lunes, 10 de octubre de 2011

AUTOGESTION: EL EXITO ESTA EN EL EQUIPO

La autogestión pone a prueba el talento y la autonomía, entregándole a la persona la responsabilidad para avanzar en el cumplimiento de su deber, de manera cabal y plena, con la certeza de que se ocupará de forma espontánea en los asuntos críticos de su rol.

El modelo de autogestión, ha sido ampliamente difundido para estimular el emprendimiento bajo los criterios de autosuficiencia, óptimo manejo de los recursos y desarrollo profesional autónomo.

La autogestión, más allá de lo anterior, también se relaciona con la filosofía de actos libres, creativos, inspiradores, dados desde el interior de la persona, gestados desde la esencia y motivación del hombre, alrededor del proyecto productivo que está en sus manos.

Su criterio, sentido común y capacidad de liderazgo se ponen a prueba, cuando se deposita en sus manos la libertad de construir un resultado, presentar un conjunto de logros y sobre todo, aportar a la perdurabilidad de la empresa a la que pertenece.

¿Con qué se relaciona el saber ser en la autogestión?

Responsabilidad: gente consciente de la importancia de la realización de su trabajo de manera íntegra e impecable.

Compromiso empresarial: incondicionalidad con la misión de la empresa, que le inspira y genera actos creativos y generosos, para avanzar en la construcción cotidiana de la finalidad de la empresa. Compromiso para ir más allá, para romper los esquemas convencionales y las delegaciones de tareas; y aportar con un criterio de permanente mejoramiento en función de la empresa, su entorno y su proyección.

Honestidad: que guíe bajo un código de buen comportamiento, respetuoso integralmente y basado en el bien común, de tal forma que todas las decisiones aseguren respeto a la organización, reputación indiscutible y claridad de principios.

Autocrítica: que permita al individuo guiado por la autogestión la revisión permanente de sus resultados en cuanto a calidad, productividad y aporte general al balance de su organización. La autocrítica, que suena tan simple, es muy exigente: se fundamenta en la capacidad humana de superación y reconocimiento de oportunidades de excelencia, más allá de lo que los planes de trabajo, ejercicios de evaluación y reportes gerenciales consideran como válido.

De otra parte el saber hacer, faculta a las personas en una actuación técnica basada en conocimiento y competencias profesionales. Los equipos centrados en habilidades, suman a las oportunidades del entorno su conocimiento y pueden innovar y aportar verdaderos cambios y mejoras a los asuntos de la empresa:

Conocimiento técnico: es decir, equipos formados, experimentados y entrenados para la acción específica. Léase bien: el equipo es el que posee el conocimiento técnico, y lo comparte, lo reconstruye y crea curvas de conocimiento a favor de la misión de la empresa. El conocimiento técnico que solo pertenece a una persona es útil; pero al no ser compartido con el equipo de trabajo, no genera valor agregado en el proceso diario.

Recursos tecnológicos: la incorporación hábil, oportuna, y adecuada de la tecnología en el hacer es una condición de la productividad empresarial. Este aspecto es de obligatoria investigación por parte de los líderes, y por supuesto, incorpora a la organización, independientemente de su tamaño. Elegir buenos recursos tecnológicos, basados en un dimensionamiento justo implica productividad y funcionalidad en las tareas, ambas asociadas con la rentabilidad del negocio.

Innovación: parte del saber hacer está asociado con la chispa de la innovación. Las buenas ideas para las nuevas prácticas, los mejoramientos, los cambios; son formas de innovación que muchas veces se dejan morir por no escucharlas, por no plantear el cómo realizarlas…Un equipo de autogestión es por principio innovador.

Por: Marta Lucía Restrepo Torres
Publicado por Latinpyme en oct 10, 2011 en Gerencia, Interes

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